Uno de los cinco empleados que demandaron al cantante Michael Jackson por cancelar injustificadamente sus contratos manifestó ayer que le ordenaron espiar al personal de la residencia Neverland, mientras trabajaba para el astro de la música pop. Sandi Domz, que era asistente administrativo de la propiedad, dijo ante un tribunal que vio equipos para escuchar conversaciones en la enorme residencia ubicada en las montañas cerca de Santa Bárbara, California. También indicó que la información que obtenía era comunicada a Jackson. "Deseaban escuchar lo que los empleados decían", dijo cuando fue interrogada por su abogado Michael Ring. Domz, tres ex guardaespaldas de Jackson y una doncella demandaron a Jackson y a seis de sus ayudantes, al alegar que instalaron equipos de grabación para conocer qué era lo que sabían de las acusaciones sobre abuso infantil contra Jacko. Los demandantes señalan que fueron obligados a renunciar a sus trabajos. Jacko niega todas las acusaciones.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de octubre de 1996