El caso del francés Jerôme Fitére no es un hecho aislado. En enero fueron detenidos en la isla un ciudadano inglés y otro norte americano tras intentar realizar "juegos sexuales" con varios niños de entre nueve y trece años. También han sido detenidos el año pasado varios extranjeros que contrataban a prostitutas para realizar vídeos pornográficos. En estos momentos, dos españoles y varios ciudadanos europeos están presos en La Habana, condenados por delitos de corrupción de menores. Uno de ellos, de apellido Placeres, fue condenado el verano pasado a seis años de cárcel por tener relaciones con una menor, aunque, según la defensa, ella le denunció después de que él se negara a pagarle. "Este tipo de problema cada vez es más común. Muchas prostitutas son muy jóvenes y muchos turistas no tienen escrúpulos", comenta un abogado cubano. Y en caso de que se produzca una denuncia, "es muy difícil demostrar si la menor es prostituta o no".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de octubre de 1996