Se acabó el locutorio clandestino del Retiro. La policía ha detenido a dos miembros de la banda que, con ayuda de teléfonos móviles, había montado un concurrido negocio ilegal basado en las llamadas al extranjero (véase EL PAÍS del 22 de septiembre). La operación ha destapado que los estafadores empleaban un sistema inédito para engañar a Telefónica. Desde los teléfonos móviles del Retiro comunicaban con una centralita, ubicada en un piso, donde facilitaban el número al que querían llamar. Esta centralita, en manos de la banda, contactaba con el extranjero, pero derivaba la llamada al móvil. Con este procedimiento a tres bandas, la centralita, aunque cargaba con la factura, evitaba aglomeraciones. La policía no ha localizado la centralita.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de octubre de 1996