La de Alisdair Fraser es música festiva. Ya en el tercer tema de la noche se escucharon palmas y, dos horas más tarde, con el patio de butacas puesto en pie, hasta algún acomodador seguía el ritmo con el cuerpo. Por segunda vez en lo que va de año, Fraser y los suyos lograron una magnífica entrada en el Monumental.El primer tema bucólico llevó la firma de Chris Norman, aunque de inmediato volvieron a uno de esos contagiosos y bailables reels. Otro momento introspectivo lo propuso Paul Machlis. Fueron ellos, pianista y flautista, los encargados de refrenar a su desbocado jefe ya que la quietud se desvanecía prácticamente cada vez que Alisdair Fraser retomaba las riendas.
Fraser ahorró trabajo a los críticos definiendo su música como barroca, medieval, celta, con algo de rock and roll, y unida gracias al pegamento escocés. Lo explicó justo antes de interpretar una apacible Common ground. Su banda, que lleva el nombre del disco que Fraser y Machlis grabaron en 1986, es una alternativa moderna al clasicismo sonoro de Chieftains.
Alisdair Fraser y Skyedance
Alisdair Fraser (violín), Paul Machlis (piano y teclados), Chris Norman (flauta de madera), Eric Rigler (gaitas irlandesa y escocesa), Michael McLindon (bajo eléctrico) y Peter Maund (percusión). Teatro Monumental. Madrid, 16 de octubre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de octubre de 1996