La larga huida de Romualdo Santiago Castro, de 23 años, tocó a su fin a las cuatro de la madrugada del pasado martes. A esa hora, el prófugo, que había permanecido 697 días en paradero desconocido, fue detenido en la calle de María Odiaga (Carabanchel), a unos cientos de metros de la tienda donde el 14 de noviembre de 1994, supuestamente, había asestado, junto a sus dos hermanos, un hachazo mortal al comerciante Felipe Gómez Pérez. Este crimen desató una oleada de manifestaciones vecinales y numerosas protestas de los comerciantes. La policía se movilizó, y tras dos meses de intensa investigación sorprendió a los tres atracadores. Romualdo, sin embargo, se libró de la detención tras huir esposado del coche policial. Desde entonces, su paradero se convirtió en una incógnita incluso para sus hermanos Miguel y Antonia, quienes durante sus declaraciones ante la policía acusaron a Romualdo de ser el autor material del homicidio.Esta situación acabó el pasado martes. Dos agentes de Carabanchel observaron en la calle de María Odiaga a un hombre que les pareció que llevaba droga. Cuando le cachearon fue reconocido y, pese a que llevaba un DNI a otro nombre, se comprobó que se trataba de Romualdo Santiago Castro. Sobre él pesaban cinco órdenes de busca y captura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de octubre de 1996