Sin el sancionado Demetrio Albertini, pero con Franco Baresi, el Milan afronta hoy en Oporto su partido más determinante desde que empezó la temporada. Difuminado en -el campeonato italiano, los milaneses han apostado todo a la Liga de Campeones, donde su comportamiento irregular les ha situado en una posición muy delicada. A los portugueses, enredados en un gran escándalo por su presunta compra de árbitros, les vale un empate para apuntalar el primer puesto del grupo.Los dos representantes escandinavos, Rosenborg y Gotemburgo, que se enfrentan en Noruega, aún tienen opciones de clasificarse para cuartos de final. Los suecos han ganado crédito tras su victoria frente al Milan en Gotemburgo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de noviembre de 1996