Los inversores españoles no demuestran gran confianza en los fundamentos de la economía española y ayer dejaron pasar de largo durante toda la mañana los niveles históricos que conseguían la rentabilidad de la deuda y el diferencial de riesgo con Alemania. Hubo que esperar a la apertura de Wall Street para que el dinero perdiera el respeto a las alturas y el mercado de valores pudo, entonces, conseguir a su vez, un nuevo máximo histórico.La contratación no fue lo suficientemente alta como para garantizar la continuidad de este movimiento, pero hay que tener en cuenta que los inversores sólo se emplearon a fondo en la última hora de mercado. El negocio ascendió a 45.450 millones de pesetas, con la concentración habitual en los grandes valores. Wall Street llegó a subir 46 puntos en la apertura, pero a media sesión ganaba tan sólo 31. Madrid subió el 0,42%, para cerrar en 3 90,8 1 %, y el Ibex 35 ganó el 0,51%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de noviembre de 1996