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La organización se deshace de coches y armas para borrar pistas a la policía

Tras la captura el pasado julio de Julián Atxurra, Pototo, el número tres de ETA, el nerviosismo parece haberse apoderado de los activistas del aparato de logística y armamento que aquél dirigía en el sur de Francia.En los últimos meses han sido hallados quemados tres vehículos de la organización, que también ha arrojado a las aguas del Adour, a su paso por Sainte Maríe de Gosse, población próxima a Bayona, 12 escopetas Franchi, cuatro metralletas Stein, numerosas piezas de pistolas, explosivos, imanes, ollas y abundante munición.

La policía francesa ha encontrado, además, en una pista forestal próxima a Bayona una furgoneta robada hace dos años enBurdeos, que contenía bidones de gasolina y un detonador de relojería que no llegó a activarse. La furgoneta, pintada con los colores y el anagrama de la empresa pública Electricidad y Gas de Francia, se encontraba cerca de una caja abandonada con piezas de armas cortas.

Todo hace suponer que ETA ha optado por desprenderse de los coches, casas y material que supone quemado durante los meses de seguimiento policial previos a la captura de Jullán Atxurra y Daniel Derguy.

El arresto de Juan María Insausti, Karpov, parece demostrar que la alarma de los terroristas ante la posibilidad de que la policía o la Guardia Civil les siguiera la pista no era en absoluto infundada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de noviembre de 1996