Los personas infectadas por el virus del sida (VIH) podrán usar libremente las piscinas municipales. Todos los grupos políticos aprobaron ayer por consenso, en la comisión informativa de Salud Pública, modificar la ordenanza sobre seguridad higiénico-sanitaria de las piscinas. Basándose en ella, el Instituto Municipal de Deportes prohibió, en agosto pasado, el acceso a una piscina a una mujer y su hija tras declarar que era portadora del VIH.
El Ayuntamiento dio entonces una autorización concreta. Simón Viñals, concejal de Consumo, manifestó al concluir la comisión que la normativa no se modifica con respecto a las personas que padezcan una infección viral "que se transmite de forma tradicional, como la gripe". Los especialistas creen imposible que el VIH se transmita por el agua.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de diciembre de 1996