El día 29 de octubre, a mi mujer se le detectó un problema de salud cuya solución requería de intervención quirúrgica, que debía ser realizada con cierta urgencia en un hospital diferente al que le correspondía por zona. El día 30 de octubre, es decir, tan sólo un día después, el Insalud había realizado todos los trámites para efectuar el cambio de hospital además de haberle practicado todas las pruebas previas necesarias para la operación (análisis radiografías, electrocardiograma, informes, etcétera) y entregado los resultados de las mismas. Posteriormente, sin dilación, fue ingresada, operada y, tras una corta recuperación, fue dada de alta el día 7 de noviembre.Quiero, por tanto, expresar públicamente mi enorme gratitud al personal sanitario del Insalud, en concreto al del consultorio de Juan de Vera y del ambulatorio de Pontones, así como a la Maternidad del hospital Gregorio Marañón no sólo por la premura y diligencia con que han actuado, sino también por el excelente trato personal recibido, así como por su alto nivel humano y profesional, que han contribuido a aliviar la angustia y preocupación que produce una situación como ésta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de diciembre de 1996