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CARTAS AL DIRECTOR

Los presuntos

No sé si es cuestión de modificar algunas leyes o es cuestión de exigir una mayor seriedad a la hora de informar. Pero, se podrá empezar a hablar de que se respeta la imagen, la dignidad y el honor de las personas cuando en casos especialmente delicados como es la presunta implicación de personas en asuntos delictivos:1. Los periodistas investiguen a fondo la información que les viene de otras fuentes, ya sean policiales o de terceras personas con mayor o menor credibilidad.

2. Los periodistas contrasten con rigor dicha información con la realidad.

3. Que en la información difundida por algunos medios de comunicación se resuman al máximo los datos, muchas veces innecesarios, de las personas presuntamente implicadas, ya que al ser presuntas significa que no hay nada definitivo contra ellas y, por tanto, siempre tiene que prevalecer la presunción de inocencia y, a la vez, el derecho a la protección y al respeto de su imagen y su persona.

Mientras, algunos medios de comunicación no sean más rigurosos, más objetivos y más cautelosos a la hora de informar, se caerá en la irresponsabilidad de manchar la imagen de personas inocentes.

Dado también lo indefensa que se encuentra una persona ante los medios de comunicación y ante las autoridades a la hora de denunciarles por difamación o por intromisión ilegítima en los derechos al honor y a la propia imagen, debería de tomarse esto con total seriedad, bien por parte de los informadores o bien con una regulación de las leyes más justas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de diciembre de 1996