LAS PRESIONES de Estados Unidos han logrado poner al frente de la Secretaría General de la ONU no a un político de fuste, sino a un buen funcionario: el ghanés Kofi Annan, con 20 años de experiencia en esa compleja organización. Si lo ratifica la Asamblea General, será el primer representante del África negra en tan alto cargo, en el que sucede al egipcio. Butros-Gali, vetado para un segundo mandato por Washington. Annan será un gestor antes que nada. La prioridad que pretende imponer Estados Unidos es reducir la burocracia.La manera en que ha sido elegido augura una pérdida de peso político del propio Annan, pero también de esta organización de 185 Estados, frente a la única superpotencia: Estados Unidos, que es al tiempo el mayor deudor de la ONU. Pero es lo que parece querer EE UU, ante el que han cedido todos los miembros del Consejo de Seguridad, incluida una Francia que quizá empezaba a acumular demasiados contenciosos con Washington. Buena suerte, señor Annan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de diciembre de 1996