El torneo femenino de Melbourne vivió ayer un auténtico seísmo. La alemana Steffi Graf (1ª cabeza de serie), la española Conchita Martínez (3ª), la alemana Anke Huber (5ª) y la norteamericana Lindsay Davenport (7ª) fueron eliminadas. Fue un día importante porque las derrotas de, Graf y Conchita dejan el camino libre a las representantes de la nueva generación y, fundamentalmente, a la suiza Martina Hingis para intentar ganar el primer Grand Slam.La parte alta del cuadro quedó ayer desprotegida. Ya no hay una favorita clara si no se recurre a la francesa Mary Pierce, que a sus 22 años recién cumplidos, parece haber encontrado la estabilidad psicológica y física que le faltó hace unos años. Campeona en 1995 en Melbourne, Pierce apeó ayer a Huber y buscará un puesto para las semifinales enfrentándose a la belga
Sabine Appelmans, que ayer eliminó a Conchita. Coetzer, que venció a Graf, jugará ante la es tadounidense Kimberly Po. En la parte baja del cuadro, Hingis, Rubin, Habsudova, Spirlea y Schnyder, todas de la nueva generación, jugarán hoy.
Conchita ganaba a Appelmans por 6-2, 5-3 y 40-15 -dispuso de dos bolas de partido- antes de acabar perdiendo. "Me parece increíble que nos hagan jugar a esa hora. Fue como jugar en una sauna [la temperatura superaba los 40 grados]", comentó la aragonesa. La derrota de Graf rompió con una racha consecutiva de 45 victorias de la alemana en el Grand Slam y supuso su peor resultado en el Open de Australia desde 1984, cuando tenía 14 años. Graf acusó problemas en la ingle y en la espalda, que se agravaron con una incipiente deshidratación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de enero de 1997