Al menos públicamente, se suceden sin éxito las idas y venidas M Gobierno peruano y de Néstor Cerpa Cartolini, Comandante Evaristo para constituir la Comisión de Garantes encargada de solucionar de forma pacífica el desalojo de la residencia del embajador japonés en Lima, asaltada el pasado 17 de diciembre por un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). Cerpa Cartolini aceptó la incorporación de Canadá a la comisión, además de la Santa e e y la Cruz Roja Internacional, pero se echó atrás cuando el Ejecutivo advirtió que la comisión sólo abordaría las condiciones de la salida al exterior de los secuestradores, previa liberación de los 73 rehenes, y de ninguna manera la liberación de los presos del MRTA. Esta es la exigencia fundamental del Comandante Evaristo."Lamentablemente, con ese planteamiento no hay posibilidades de iniciar conversaciones", afirmó Cerpa Cartolini en una comunicación por radio con la prensa. Es posible, sin embargo que, por canales reservados, se esté negociando en términos más conciliadores. Mientras, en un paso que estrecha el cerco informativo a la residencia, la policía expulsó de la mejor azotea de San Isidro a la prensa gráfica, decisión que fue protestado por la Asociación de Prensa Extranjera.
Y por primera vez, los carteles del MRTA colocados en la azotea de la residencia son críticos con los rehenes: "Las autoridades aquí retenidas son responsables de la política del Gobierno que afecta al pueblo". "La mayoría del pueblo quisiera alimentarse como las autoridades aquí retenidas. Esas diferencias justifican la lucha del pueblo" y "Las madres, esposas e hijos de nuestros presos también esperan su libertad. Paz para todos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de enero de 1997