, Las relaciones entre los bomberos y el Ayuntamiento alcanzaron ayer su punto de tensión más alto. Unos 500 funcionarios uniformados, enfundados en pasamontañas y con caretas de pinochos, se manifestaron en la plaza de la Villa para exigir al gobierno municipal mejoras salariales. Explotaron petardos, lanzaron huevos a la fachada del edificio y dedicaron al alcalde, José María Álvarez del Manzano, un completo repertorio de insultos.
Los sindicatos CC OO y UGT, en representación de los 1.400 bomberos municipales, exigieron la intervención del alcalde, que en ese momento no se encontraba en su despacho, y calificaron de "inaceptable" la oferta económica del Ayuntamiento: ampliar las ocho guardias extraordinarias a 10 y cobrar de esta manera más dinero. Esto supondría, según explicó el concejal de Personal, Sigfrido Herráez, 275.109 pesetas brutas al año para cada funcionario.
Las protestas de los bomberos enfurecieron a este concejal, quien aseguró que no volverá a sentarse a negociar con unos "agresores". "Han insultado al alcalde, han manchado la fachada y creemos que nuestra propuesta económica es razonable", aseguró Herráez. También arremetió contra los manifestantes el concejal de los bomberos, Carlos López Collado: "No quieren dialogar, sino insistir por la fuerza. Pretenden desestabilizar el servicio con bajas por enfermedad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de febrero de 1997