Me parece tremendo que los fabricantes de ropa nos arrasen las espaldas con etiquetas duras en el interior de las camisas o polos, que hagan que los calcetines nos aprieten y los cinturones nos mortifiquen. ¿No hay ningún disenador en Madrid que se acuerde de la comodidad del usuario de ropa?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de febrero de 1997