Centenares de empleados de la Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB) se concentraron ayer en Dusseldorf, en el oeste del país, para protestar contra la organización para la que trabajan. Los empleados exigen que la confederación se comprometa a no reducir la plantilla y a no realizar despidos.Los manifestantes, llegados de toda Alemania, desfilaron por las calles con pancartas en las que podía leerse: "Nosotros luchamos por todos, ¿quién lucha por nosotros?". Los 2.100 empleados de la DGB temen la supresión de un millar de puestos de trabajo si sus contratos dejan de depender de la confederación y se transfieren a las federaciones de rama, como reclaman muchas de éstas.
La dirección de la DGB iniciaba ayer el estudio de la posibilidad de variar la relación contractual con sus empleados. La confederación tiene más de nueve millones de afiliados y agrupa a 15 sindicatos de rama. El más poderoso, el de metalúrgicos IG Metall, cuenta con tres millones de afiliados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de mayo de 1997