EE UU, 1995. Dir: Frank Marshall. Int: Dylan Walsh, Laura Linney.En las selvas, una mina de diamantes, una gorila más lista que el hambre y una panda de desesperados en flemática posición de ataque. Más o menos, estos son los mimbres con los que Marshall (¡Viven!) compone su cesto. La aventura la firma el hipnotizador de masas, además de escritor de libros, Michael Crichton, en un nuevo intento por averiguar los límites de la taquilla. El resultado, sin embargo, se resiente por culpa de una historia de fantasía simplemente delirante. Así, toda la gracia reside en el despliegue para animar al mono que, por supuesto, es de trapo. Stan Wilson (Terminator 2) fue el encargado de los simiescos efectos
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de mayo de 1997