LUIS MAURI Jordi Pujol abogó ayer en el Parlamento catalán por la vía de la negociación paciente, aunque insistente, para tratar de salir del bache en el que ha caído su relación con el Gobierno de José María Aznar. Un bache que el lunes empujó al líder de CiU a fijar una fecha de caducidad a su pacto con el PP.
El presidente catalán admitió a preguntas de los grupos de la oposición el mal momento por el que atraviesa su alianza con el PP, especialmente después de que la entrevista que mantuvo la semana pasada con Aznar no diese los frutos apetecidos por los nacionalistas. No obstante, Pujol insistió en que CiU no está dispuesta a "romper la baraja", al menos de momento, y subrayó la apuesta de los nacionalistas por la negociación para tratar de conseguir mayores cotas de autogobierno para la Generalitat.
"Hemos tenido y tenemos mucha paciencia, y aún habremos, de tener más", respondió Pujol cuando los portavoces de la oposición negaron que a CiU le quedase ya capacidad de influencia sobre sus socios del PP. "Ésta es la vía que hemos elegido y la única que a la larga da resultados, como ya se demostró entre 1993 y 1996 [cuando CiU apoyó al Gobierno del PSOE]", afirmó Pujol.
"Antes que satisfacer a los que quieren que rompamos la baraja [el acuerdo con el PP], cosa que sólo llevaría a una convocatoria anticipada de elecciones, nosotros haremos lo que hemos hecho siempre: seguir negociando, seguir negociando y seguir negociando", sentenció el presidente del Gobierno catalán.
El líder de CiU no escamoteó muestras de disgusto por la posición adoptada por el PP en relación con la unidad de la lengua catalana, así como con la ley del fútbol y la financiación de la sanidad pública,, y también por el clima de crispación que domina la escena política española. Pujol hizo hincapié ' en que no se atreve a dar crédito a aseveraciones del Gobierno de que resolverá en breve el ahogo financiero de la sanidad hasta que no lo vea. "Aznar está convencido de que este asunto se desencallará. Bien, ya veremos", dijo el presidente catalán, quien a renglón seguido se reafirmó en su opción por la paciencia y la negociación.
Toda la oposición interrogó ayer a Pujol sobre el estado de la relación entre CiU y el PP, excepto el grupo parlamentario de este último partido, que consumió su turno preguntando al presidente catalán por el plan de estudios de la escuela náutico pesquera de Ametlla de Mar.
Joaquim Nadal (PSC) pidió a Pujol que fijase "el límite de disparates del PP que CIU puede aguantar sin retirarle su apoyo parlamentario". Por la tarde, Pujol recibió al equipo de baloncesto del Barcelona, que acaba de ganar la Liga en Madrid. Pujol aprovechó la recepción para bromear sobre sus mutuos resultados en Madrid. El Barça gana, comentó, "yo empato a seis".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de mayo de 1997