Las Naciones Unidas estudian la aprobación en 1998 de una Convención que vinculará a los Estados miembros en la represión de las grandes corporaciones del crimen, al constituir una de las "principales amenazas" para la soberanía de los Estados, según afirmó ayer Julio Heredia Pérez, responsable de la División de Estrategia para la Prevención del Delito de la ONU, quien intervino en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco en San Sebastián. Hasta ahora, todas las resoluciones aprobadas por la Asamblea General en Nueva York han tenido carácter de "recomendación".Las tríadas chinas, la Yakuza japonesa, los carteles colombianos, las mafias rusa e italiana y los redes nigerianas de delincuencia' organizada mueven anualmente ingentes sumas de dinero con tasas de beneficio del 70%; sólo en el tráfico de drogas, circulan 500.000 millones de dólares anuales (73 billones de pesetas), una cantidad superior al volumen de negocio de las tres primeras empresas de EE UU (Exxon, General Motors y Ford Motor Company). Las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional indican que entre 700.000 millones y un billón de dólares no "figuran" en las finanzas mundiales.
Heredia explicó que en la actualidad los Gobiernos combaten esta delincuencia organizada "en la medida que quieren hacerlo", aunque avanzó que en 1998 la Asamblea General de Naciones Unidas podría aprobar una convención de carácter "vinculante y obligatoria" para los Estados miembros que determinará una estrategia de actuación contra quienes amenazan las economías nacionales, el control de los Estados sobre la sociedad y los códigos de conducta mundiales".
La convención, que podría ser similar a la aprobada en 1988 contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, obligará a los Estados a tipificar penalmente las operaciones de sociedades que blanquean dinero negro y a hacer menos estrictas las leyes sobre secreto bancario, así como a legislar sobre procedimientos de extradición de manera que se excluyera la posibilidad de denegarla por "motivos políticos".
La globalización de la economía también se ha reflejado en el ámbito de la delincuencia internacional, que ha ampliado sus ámbitos de actuaciones tradicionales (tráfico de drogas y armas, trata de blancas y de niños como esclavos sexuales y blanqueo de dinero) a otros negocios ilegales: tráfico de emigrantes ¡legales, de órganos humanos, de materiales nucleares, especies en peligro de extinción y delitos informáticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de julio de 1997