Las personas con problemas de motricidad disponen ya de diez nuevos ascensores hidráulicos en la estación de Chamartín que les servirán para trasladarse desde los andenes al vestíbulo, y viceversa. Su instalación ha costado 165 millones de pesetas, financiados a partes iguales por Renfe y el Inserso. Los ascensores, con una capacidad para 19 personas, cuentan con cabinas panorámicas de vidrio y acero inoxidable, botoneras en escritura Braille y puertas automáticas con doble embarque.Este programa integral para la eliminación de barreras arquitectónicas también ha dotado a la estación de Chamartín de interfonos para personas con discapacidad auditiva en las 22 taquillas, barandilla doble en las escaleras fijas, banda puesta en guardia antideslizante para invidentes en los andenes, plazas reservadas para minusválidos en el aparcamiento, barbacanas y toda la señalización de los itinerarios y de los accesos a la estación.
Antes de estas nuevas reformas, Chamartín ya contaba con teléfonos SOS distribuidos por diferentes lugares del recinto, plataformas elevadoras para acceder a los trenes y aseos acondicionados para discapacitados fisicos.
La inversión final realizada ha supuesto un total de 200 millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de julio de 1997