"Nos temíamos esto. Nuestro padre estaba mal. Tenía problemas mentales". Esas palabras fueron pronunciadas ayer por dos de los cuatro hijos del matrimonio Quílez a los vecinos del piso de la calle Palafox. La primogénita de la familia confesó que su padre Antonio padecía paranoia, una perturbación mental. "Nos temíamos, esto, aunque estaba en tratamiento desde hace bastante tiempo", comentaron.Los hijos también se desplazaron a la casa para dar las gracias al vecino del quinto piso que auxilio a su madre.
Según la Jefatura Superior de Policía, otra de las cuatro hijas del matrimonio fue avisada de la muerte de su padre. Sin embargo, se negó a hacerse cargo de las llaves del piso y a reconocer el cadáver. Los agentes dijeron que la hija no quería saber nada de sus padres porque había roto relaciones con ellos.
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El fallecido, Antonio Quílez Piqueras, era natural de Málaga. Hoy domingo cumplía 80 años, según comentaron sus hijos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de julio de 1997