Simo DrIjaca, ex jefe de la policía serbobosnia de Prijedor y a quien el Tribunal Penal Internacional de la ONU había colocado en la lista de criminales de guerra, fue enterrado ayer en Banja Luka con los honores de un patriota, de un héroe. La plana mayor de las autoridades serbias en Bosnia, que se hallan enzarzadas en una dura lucha por el poder, asistió a las exequias.DrIjaca resultó muerto la semana pasada cuando se enfrentó a tiros con los soldados británicos de la Sfor (fuerza de mantenimiento de la paz encabezada por la OTAN) que pretendían detenerle.
DrIjaca pertenecía al sector ultranacionalista. Su líder, Radovan Karadzic, alertado por la nueva política de la OTAN respecto a los presuntos criminales de guerra, se ha fugado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de julio de 1997