La organización no gubernamental SOS Racismo ha solicitado dos años y seis meses de cárcel para cada uno de los cuatro neonazis extranjeros acusados de haber intentado acuchillar el 24 de noviembre pasado a un negro en la calle de San Bernardo (Centro). Tanto el abogado de la citada asociación, José Antonio Moreno, como el fiscal -cuya solicitud de pena es de un año y seis meses- consideran que en el ataque concurrió la agravante de discriminación racial. Los hechos, según el relato de la acusación y el fiscal, se remontan al 24 de noviembre de 1996. Los cabezas rapadas habían acudido a España para participar ese domingo en los actos convocados por la ultraderecha para festejar el aniversario de la muerte del dictador Franco. Tres procedían de Alemania -Dirk Rapika, Falko Pik y Christian Looks- y uno del Reino Unido Burns-.Sobre las tres de la madrugada se encontraban en la calle de San Bernardo. Dirk llevaba una botella de whisky en la mano, y Falko una navaja con cachas de madera. Por la misma calle caminaba Alberto G. A., guineano. Bastó que se cruzara con ellos para que los neonazis, al verle el color de piel, se pusieran de acuerdo para atacarle.
Los cuatro cabezas rapadas, con apoyo de otros tres neonazis que aún no han sido identificados, se lanzaron contra el guineano. Falko, navaja en mano, intentó rajarle. Pero el guineano, tras un rápido movimiento, consiguió zafarse de sus agresores. El navajazo, con todo, le rasgó la sudadera que portaba. En ese momento llegó una patrulla de la Policía Municipal. Los rapados huyeron corriendo, pero los agentes locales, con apoyo de policías nacionales, consiguieron darles alcance.
Los acusados, que a los pocos días del arresto recobraron la libertad, se encuentran actualmente en sus países de origen. Ninguno tiene antecedentes penales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de julio de 1997