Estoy verdaderamente alucinado por la discriminación que sufren no sólo mis hijos, sino otros muchos estudiantes que quieren matricularse en la Escuela Oficial de Idiomas de Móstoles. ¿Cómo es posible que no se admita en un centro público como éste a un alumno en razón de la condición social de sus padres?A mi hija no la han admitido, sencillamente, porque los ingresos de su padre son penalizados a la hora de computar una serie de puntos que no entenderé jamás. Si por ley todos somos iguales y no podemos sufrir discriminación alguna en razón de sexo, raza, religión..., que, por favor, alguien de este centro o del Ministerio de Educación y Ciencia me explique esta anomalía legal que han tenido con mi hija.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de julio de 1997