Herri Batasuna (HB) quedó ayer definitivamente marcada por el pueblo y la totalidad de los partidos democráticos como cómplice de los asesinatos de ETA. La muerte cerebral, a las tres de la madrugada, del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, de 29 años, desató una explosión de indignación en toda España. El lehendakari, José Antonio Ardanza, convocó una reunión extraordinaria de la Mesa de Ajuria Enea. "ETA se ha situado fuera de este pueblo y contra este pueblo. Si ayer no se la quería, hoy se la aborrece", sentenció mientras leía el comunicado elaborado por todos los partidos democráticos. El texto señala a Herri Batasuna como cómplice de los crímenes de la banda terrorista. "Nadie desde ahora estará con ellos en la defensa de ninguna idea por legítima que sea".Los vecinos de Ermua (Vizcaya), pueblo natal del joven asesinado de dos tiros en la nuca tras un angustioso secuestro de 48 horas, acompañaron en masa a la familia. El silencio y los aplausos dejaban paso a estallidos de indignación contra los terroristas y sus cómplices políticos: "¡ETA, aquí tienes nuestra nuca!", "iHB, lo tienes que pagar!".
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Fue una jornada tensa, de lágrimas e indignación, y de una enorme solidaridad. Las tres capitales vascas volvieron a ser escenario de manifestaciones multitudinarias que culminaron ante las sedes de HB. Decenas de miles de personas se concentraron también espontáneamente en la Puerta del Sol de Madrid y en cientos de localidades de toda España. Desde el exterior llegaban expresiones de condolencia de numerosos Gobiernos.
Los sindicatos han convocado a las doce del mediodía de hoy paros de 10 minutos en toda España y de una hora en el País Vasco. A esa misma hora se celebrará en Ermua el funeral por Miguel Ángel Blanco, al que asistirán el príncipe Felipe y el presidente del Gobierno, José María Aznar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de julio de 1997