El presidente del Valencia, Francisco Roig, obtuvo ayer un respaldo mayoritario tanto de acciones como de accionistas en la asamblea extraordinaria. Un total de 98.824 títulos se opusieron a la destitución del, actual consejo de administración propuesta por el grupo de oposición Alternativa Valencianista, liderado por Alfonso Rus. Tan sólo 31,673 acciones votaron a favor de la destitución.Fue un varapalo en toda regla. Intimidado por una asamblea muy favorable a Roig y por un grupo de accionistas irrespetuoso y faltón, Alfonso Rus tuvo una actuación patética: se limitó a intentar demostrar que no, es, un aficionado enmascarado del Madrid; escenificó un gesto teatral en el que le devolvió a Roig el dinero de las nueve acciones que éste le había regalado; y se marchó deseando irónicamente al presidente que le aprovecharan los 60 millones que va a cobrar. Muy pobre.
Roig dominó la asamblea y sólo se vio en apuros ante las reiteradas intervenciones que le recriminaban el cobro de, un sueldo del 1% del presupuesto del club. 1-0 llevaré a una asamblea y- veremos si se aprueba", contestó Roig. Está grabado.
Tras la junta Rus trató de mantener el tipo: "Estaba todo preparado. Todos gritando, la gente encrespada. El debate tenía que haber sido en televisión, pero Roig se negó. No tengo por qué aguantar el tirón, ni salir a pelearme con nadie. Ahora bien, eso no quiere decir que vaya a abandonar. Esto es una batalla, pero no la guerra".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de julio de 1997