( ... ) Las presiones aumentan sobre el príncipe Felipe, de 29 años, para que se case, tenga un heredero y contribuya así a la continuidad de la Monarquía. (...) Pero España no es un país profundamente monárquico. Desde 1868, los españoles han derrocado a dos soberanos e instaurado la República. Dentro de 10 o 20 años, desvanecido el recuerdo de Franco, España podría ser de nuevo republicana. Con raíces tan poco profundas, la familia real española resulta aún más vulnerable que la británica a cualquier mancha en forma de escándalo o discordia conyugal. ( ... ) El Príncipe ha desempeñado recientemente misiones de entidad ( ... ) y este papel más relevante sugiere para algunos que el Rey pudiera abdicar un día en favor de su hijo. ( ... ) Felipe sigue siendo una figura distante en comparación con sus padres y hermanas. Ello puede deberse en parte a que ha pasado largos periodos en el extranjero, pero también a que tiene más del frío sentido de disciplina de su madre. ( ... ) Parece que la Reina ( ... ) desea que su hijo busque novia entre la realeza. ( ... ), Muchos monárquicos recelan de otro matrimonio morganático. Creen que quienes carecen de sangre azul no tendrán el sentido del deber necesario para llevar adelante la vida de la realeza. En el fondo, temen que la Monarquía no resista ni la entrada de demasiados ciudadanos de a pie ni un aluvión de escándalos. Y si no, ahí están los errores de la familia real británica. 9 de agosto
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de agosto de 1997