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Clinton fija nuevas medidas para ampliar la libertad religiosa

Los funcionarios de EE UU tendrán libertad para practicar su religión en la oficina siempre que no perturben la buena marcha de los asuntos de Estado. La iniciativa fue presentada el jueves por el presidente Bill Clinton, quien recordó que muchos de quienes inmigraron a EE UU lo hicieron para poder practicar su fe, que los estadounidenses de hoy siguen siendo "profundamente religiosos" y que el apoyo a la libertad de culto en el mundo es una parte importante de la política exterior de EE UU.La nuevas directivas permitirán a los funcionarios tener la Biblia o el Corán en su despacho, aprovechar las pausas para rezar el rosario o tratar de ganar adeptos entre sus compañeros. Se reitera la prohibición de discriminar a los empleados federales por razones religiosas y se garantiza su derecho a observar ciertas reglas de su culto aunque vayan contra de las normas en la Administración.

Preguntado en rueda de prensa sobre si la nueva disposición garantiza también el derecho de los ateos y los agnósticos, el portavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry, contestó que la directivas "también los protegen". "Gracias a Dios", contestó el periodista. Pero la libertad religiosa suscita, por lo general, pocas bromas en un país cuyos padres fundadores fueron protestantes muy practicantes e incluso fanáticos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de agosto de 1997