Tres seísmos de menor intensidad, que no dejaron víctimas ni daños que lamentar, sacudieron ayer por la mañana la zona limítrofe entre Guipúzcoa y Vizcaya. Todos tuvieron su epicentro en el Valle del Urola, entre las localidades guipuzcoanas de Azpeitia y Azkoitia. Los movimientos telúricos causaron preocupación entre la población, no habituada a este tipo de fenómenos. También hubo sorpresa entre las autoridades vascas, que pese a todo no consideran necesario un plan de emergencia.Guipúzcoa se levantó sobresaltada. Un terremoto de magnitud 3,6 en la escala de Richter, con epicentro en el Valle del Urola, entre Azpeitia y Azkoitia, sacudió la tierra a las 6.01 horas. Once minutos después, y como réplicas, se registraron otros dos temblores. Uno, una intensidad de 3,5, grados y, epicentro en Azpeitia y Azkoitia. El otro, réplica del anterior, se produjo también a las 6,12 con una magnitud de 3,4 grados y epicentro en Eibar.
No hubo que lamentar daños personales ni materiales, pero Ertzaintza y Guardia Municipal se vieron desbordados por las llamadas de gente preocupada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de agosto de 1997