Dos perros murieron el pasado domingo cuando la Policía Municipal les administró anestesia para humanos ante la falta de un producto equivalente para animales. Los hechos ocurrieron pasadas las tres de la tarde, después del hallazgo del cadáver de un hombre de unos 40 años en el número 127 de la Ronda Sur. El cuerpo yacía en la cama de su habitación rodeado por cuatro perros que ya habían empezado a morderle las extremidades.Ante la presencia de los animales, la juez avisó a los agentes de la sección Canina para que se llevasen a los animales. Los policías, siempre según fuentes cercanas al caso, se encontraron con que carecían de anestesia para estos animales. Un problema de origen presupuestario que, dada la imposibilidad de poder utilizar el lazo (estaban debajo de una cama), les dejaba pocas salidas: utilizar el fuego real o bien pedir al servicio de ambulancias municipales algunas dosis de anestesia. Optaron por esta última posibilidad, al considerarla menos lesiva. Pero, al aplicar la anestesia a los perros, dos de ellos murieron.
El hecho ha consternado a los agentes de la unidad. Algunos, siempre según las citadas fuentes, atribuyen lo sucedido a la falta de presupuesto que sufre el cuerpo y que les impide disponer del material necesario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de agosto de 1997