MadridEl secretario general de UGT, Cándido Méndez, considera que el Gobierno tiene "parte de responsabilidad" en la polémica "artificial" surgida en torno a la subida de las pensiones para 1998 y exige, en declaraciones a Efe-TV, que el Ejecutivo "establezca ya" el criterio con que aplicará la ley.
Méndez opina que el Ejecutivo no debe esperar a conocer el índice de Precios al Consumo (IPC) del próximo mes de noviembre, que es el utilizado para actualizar las pensiones, para aclarar el destino del posible "excedente" resultante del buen comportamiento de la inflación.
El IPC previsto para este año es del 2,6%. Sin embargo, el IPC real va ser inferior (en torno al 2%, según los expertos). La posibilidad de que esas décimas de diferencia se descuenten de las pensiones del año próximo (extremo recogido en la Ley de Pensiones) es lo que ha motivado el primer gran enfrentamiento político tras el verano entre el PSOE y el Ejecutivo que preside José María Aznar.
El máximo dirigente de UGT asegura que "no hay motivo de intranquilidad para los pensionistas españoles" porque su poder adquisitivo está garantizado por una ley "patrimonio de toda la sociedad y no del Gobierno del Partido Popular".
El sindicalista crítica la política económica del Gobierno e insiste en demandar una nueva reunión con el titular de Economía, Rodrigo Rato, para profundizar en el contenido del proyecto de Presupuestos para 1998, año clave para el proceso de convergencia y para la creación de empleo", recuerda.
Funcionarios
Cándido Méndez no comparte con el Gobierno el proyecto de elevar el sueldo de los funcionarios en 1998 la inflación prevista, es decir, el 2,1%, después de la congelación aplicada este año. "El Gobierno no tiene excusa ni pretexto para mantener un ensañamiento gratuito contra las retribuciones de más de dos millones de ciudadanos, que en su inmensa mayoría tienen salarios muy modestos", manifestó ayer a Europa Press.
El secretario general ugetista criticó también el Plan Pluarianual de Empleo, que previsiblemente será aprobado a mediados de septiembre, al que calificó de "amalgama de políticas, sin ligazón definida ni soporte económico que permitan dar un impulso decisivo a la creación de empleo", y que demuestra que el Gobierno "es insolidario y da la espalda al problema del desempleo".
Méndez considera que este "frustante proyecto sigue dejando la creación de empleo a la iniciativa privada, mientras el Gobierno del Partido Popular escurre el bulto de su responsabilidad en la generación de nuevos puestos de trabajo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de septiembre de 1997