Por haber sido víctimas de un robo en Copenhague durante nuestras vacaciones, en el que, entre otras cosas, nos dejaron sin DNI y sin permisos de conducir, recurrimos a nuestra Embajada en Dinamarca. Allí nos atendieron con eficacia y amabilidad y nos resolvieron los problemas principales.Por ello deseamos expresar públicamente nuestro agradecimiento al personal de la Embajada y en especial al cónsul, señor Durán, y al señor Vergés.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de septiembre de 1997