Henri Paul, el conductor fallecido, se dirigió a los fotógrafos desafiante poco antes de salir del hotel Ritz, donde cenaron Lady Di y su novio, Dodi Fayed. "No hace falta que nos sigáis porque no podréis alcanzarnos", espetó el conductor a los pegajosos paparazzi, según declaró ayer Gilbert Collard, abogado de uno de los fotógrafos -Christian Martinez, de la agencia Angeli-.El letrado denunció "una caza de brujas" ya que "los fotógrafos seguían el coche pero no lo perseguían. No había hostigamiento". Además, el defensor denunció un caso de doble moral: "Toda la explotación necrológica del drama se está realizando sirviéndose de fotos tomadas por los llamados paparazzi".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de septiembre de 1997