Se ha abierto en el Reino Unido un archivo nacional que incluye a los pederastas confesos y convictos, respondiendo a una nueva legislación aprobada el pasado mes de agosto. Los datos, vetados para los particulares, deberán ser proporcionados a la policía por los propios infractores y los cambios de dirección tendrán que ser remitidos también a las comisarías.A partir de ahora, además, la justicia británica podrá perseguir a los pederastas nacionales que cometan delitos en el extranjero con el fin de combatir el denominado turismo sexual en países como Tailandia o Filipinas.
Según el Ministerio del Interior, unas 6.000 personas están obligadas a inscribirse en el fichero y cada año la policía calcula que pueden añadirse otras 3.500. Los pederastas que se nieguen a colaborar puden ser condenados a seis meses de cárcel o a multas superiores al millón de pesetas. A pesar de la dureza de la nueva normativa, Interior ha tratado de evitar que pasen a la clandestinidad ante el temor de perder su hogar o ser expulsados de su barrio. En casos flagrantes, las comisarías pueden alertar a colegios o grupos de jóvenes de la presencia de un sospechoso.
La Asociación de Comisarios de Policía está de acuerdo con la apertura del archivo, pero para los grupos encargados de la reinserción de delincuentes creará una falsa seguridad ya que "la mayoría de estos delitos los cometen gentes conocidas de la víctima, no pederastas ya detenidos", opinan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de septiembre de 1997