ENVIADO ESPECIALLa tercera cumbre del World Economic Forum concluyó la noche del viernes en São Paulo con una protesta callejera de empresarios brasileños contra el proteccionismo de la Unión Europea en el sector agrícola, y un discurso del presidente Fernando Henrique Cardoso destacando la conveniencia de fortalecer el Mercosur y estrechar vínculos con la UE antes de entablar negociaciones sobre la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), activamente promovida por Estados Unidos.
Cardoso consideró "fundamental" la consolidación del Mercosur para la supervivencia de los países que lo integran, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, y Chile y Bolivia, e instó a un afianzamiento de las relaciones con Bruselas, asunto abordado en su entrevista con el español Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión Europea. Mercosur y la Unión Europea acelerarán las negociaciones para poder firmar en 1999 el primer acuerdo de libre comercio entre dos bloques comerciales. Una comisión mixta ultima estos días un análisis sobre el sector de bienes y servicios y normas técnicas.
El Mercosur, que agrupa a 220 millones de personas y es el cuarto grupo comercial del mundo, ha cobrado fuerza como mercado emergente y de horizonte propio en la valoración de la mayoría de los 400 empresarios, analistas financieros, banqueros, periodistas, delegados gubernamentales o ejecutivos de empresas multinacionales asistentes a un foro que debatió desde diferentes enfoques su prometedora evolución pese a las carencias y graves problemas de afianzamiento detectados, y los recientes choques comerciales y políticos entre Brasil y Argentina.
Esas crisis obligarán precisamente a la creación de instituciones de arbitraje que eviten la frecuente intervención de los jefes de Gobierno en la solución de conflictos. El presidente de Brasil, que en una intervención anterior había criticado la política de subsidios aplicada por Estados Unidos para atraer inversiones automovilísticas, advirtió que el futuro de los países que en 1991 fundaron el grupo de integración más avanzado de América Latina es "impensable" sin su pertenencia al mismo. El ALCA quedaría para más adelante, sujeto a un detenido estudio, sin prisas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de septiembre de 1997