Carmen Fernández, la bodeguera que se declaró el miércoles en huelga de hambre ante la puerta de la sede nacional del PP, en protesta porque las vallas de obra ante su negocio de la calle de Francisco de Rojas (Chamberí) la habían arruinado, abandonó el sábado su actitud. Fernández declaró que había sido recibida por Pío García Escudero, presidente del PP de Madrid, y que confiaba en que "a partir de ahora alguien tome medidas para reparar los daños".Fernández elogió la actitud de García-Escudero por haber "demostrado una sensibilidad que otras muchas personas de la Administración no habían tenido con su problema".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de septiembre de 1997