La Vuelta parece decidida, por lo que la última semana carece de gran interés. Será una semana para la caza de victorias por etapas, a falta de otros alicientes. Y la llegada a Burgos será la primera ocasión: no puede hablarse de una etapa con dificultades. Los sprinters, caso de Svorada ayer, podrán resucitar.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de septiembre de 1997