Una nube de aplausos y abucheos se encontró ayer el ex presidente del Gobierno Felipe González cuando acudió a la sede del Tribunal Supremo para declarar en calidad de testigo en el juicio del caso Filesa. González llegó a las diez y media de la mañana a la puerta principal del alto tribunal. La llegada del ex presidente desencadenó un gran revuelo entre los periodistas, fotógrafos, y cámaras de televisión que le estaban esperando. Además de éstos, se encontraba un nutrido grupo de curiosos que se habían concentrado en las inmediaciones de la puerta principal. En el momento en que González descendió del coche que le había trasladado, un grupo de personas comenzó a aplaudirle y a gritarle "presidente, presidente", mientras que otro grupo le abucheaba y le gritaba "asesino" y "palomino". Ambos grupos se encararon e insultaron, por lo que la policía tuvo que separarlos. No se produjeron incidentes.
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Cerca de media hora antes había llegado al Supremo el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra para declarar también como testigo en el proceso que se sigue sobre la presunta financiación irregular de PSOE. González y Guerra declaran en atención a que fueron secretario general y vicesecretario general del PSOE, respectivamente, en el momento en que se produjeron los hechos que está juzgando el Tribunal Supremo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de septiembre de 1997