La ministra de Educación, Esperanza Aguirre, no cree que los rectores españoles la hayan criticado. "Eso sólo lo dice un medio", declaró ayer refiriéndose a la noticia publicada el sábado por EL PAÍS donde se reproducía un texto consensuado por los responsables de universidad.La ministra, que se hallaba de viaje oficial en Roma, declaró: "Lo único que he recibido, y el presidente del Consejo de rectores así lo ha dicho, es una carta en la que ponen de relieve los aspectos pendientes que se refieren a la reforma que la legislación anterior necesita en relación con la Universidad. Yo estoy comprometida con esa reforma porque los actuales planes de estudio de las universidades han colocado a los alumnos en una situación difícil. Piensen que algunos tienen una media de 18 o hasta 23 asignaturas... A esta situación que los rectores denuncian hay que ponerle remedio. El Gobierno está comprometido a hacerlo antes de final de año".
El documento de los rectores decía, entre otras frases: "No se conoce oficialmente cuál es la política universitaria del ministerio". "La falta de definición ministerial ha generado incertidumbre, y dificulta, obviamente, una racional programación de la actividad en las universidades".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de septiembre de 1997