Por iniciativa propia o a instancias de sus asesores, Carlos de Inglaterra despliega estos días en Suráfrica sus más encantadoras dotes principescas. Poco dado a departir con los miembros de su séquito, los periodistas acreditados para seguirle se han visto sorprendidos por sus constantes bromas y aspecto relajado. Es el primer viaje oficial del heredero al Trono inglés desde la muerte de su ex esposa Diana. Su hijo menor, Enrique, le acompaña. Mientras él departe con reyes como Mswati III de Suazilandia, el pequeño príncipe va de safari con un amigo y su antigua niñera, Tiggy Legge-Bourke. Luego se reunirán todos y harán juntos parte de la gira.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de octubre de 1997