La guerra que libran las dos grandes cadenas de televisión privada en Brasil -Globo y SBT- llegó al paroxismo en la noche del domingo. Globo optó por el sushi-erótico, en el que tres hombres degustaban comida japonesa sobre los cuerpos desnudos de tres mujeres. SBT se decidió por hacer de su presentador estrella, Gugu Liberato, un mendigo y enviarle a las calles de Sáo Paulo a robar niños de otros mendigos. En resultados de audiencia: ganaron los mendigos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de octubre de 1997