La discusión que mantienen los partidos políticos en torno a la nueva Ley de Financiación no entra en absoluto en cantidades. La nueva norma, al igual que la vigente, hace referencia sin especificar al dinero que cada año se recoja en los Presupuestos Generales del Estado. Por eso, los miembros de la ponencia para reformar la actual ley no entran ni salen en cuestiones de dinero contante y sonante. La discusión se centra en el interés de unos porque las donaciones sean nominativas y públicas, frente a la reticencia de otros.El PSOE e Izquierda Unida cogían la bandera de la transparencia, el PP no se pronunciaba muy claramente, en tanto que el PNV y CiU proclamaban que debía recogerse la posibilidad de las donaciones anónimas. En las últimas horas CiU ha ofrecido una fórmula, que denomina mixta y que ha agradado tanto al PP como al PNV. Se trata de que los ciudadanos puedan comprar bonos a los partidos por un valor que va de 250.000 a 500.000 pesetas.
En estos casos estaría asegurada la confidencialidad, pero el donante tendría que identificarse ante la entidad bancaria. En el supuesto de que hubiera alguna investigación, siempre habrá un justificante bancario que revele el nombre del comprador de bonos.
Esta fórmula agrada tanto al ponente del PP, Jaime Ignacio del Burgo, como al portavoz peneuvista, Xosé Joan González de Txabarri. Por supuesto, gusta al proponente nacionalista catalán, Josep López de Lerma.
Mientras tanto Francisco Fernández Marugán, del PSOE, y Mariano Santiso, de IU, insisten en que la transparencia debe ser total y, por tanto, los nombres de los donantes deben ir a parar al Tribunal de Cuentas, además de a los archivos del propio partido.
El asunto se hablará formalmente el próximo miércoles en el Congreso, pero en los pasillos los grupos de centro-derecha critican al PSOE por querer ser "más papistas que el PP". Lo atribuyen a la reciente sentencia del caso Filesa. El PSOE replica que su proposición de ley para este fin fue presentada en febrero y, por tanto, no está relacionada con las condenas que acaban de producirse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de noviembre de 1997