Miquel Barceló ha preferido presentar más adelante como obra definitiva su último trabajo de esculturas de terracota y no incorporar a la exposición de Madrid una o dos cerámicas que puedan aparecer "como divertimento". El pintor dice que lleva un año trabajando en un tejar en ruina de Mallorca, donde ha destruido muchas piezas y sigue investigando.Las primeras obras las realizó en África mezclando la tierra con el estiércol de los animales. "La paja cuando fermenta es muy plástica, y lo que en París puede parecer exótico yo lo hacía lo mejor posible, y tenía un aspecto arqueológico". El pintor no ha visto sus cuadros -uno de ellos prestado por el Rey- en el Guggenheim Bilbao. "Lo mejor es que el museo ya existe. Creo qué es muy atractivo como arquitectura, pero en el Prado las obras están dentro".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de noviembre de 1997