Alrededor de la calle de Ramírez de Prado, en Arganzuela, se va a producir una revolución urbanística antes del año 2000. El edifico principal de la fábrica de Alcatel se agrandará. Las instalaciones que la rodean, propiedad de esta empresa, desaparecerán (ver gráfico). Además de ganar dos calles, los vecinos obtendrán una zona verde y un edificio público (actual sede social de Alcatel). La empresa recalificará terrenos donde se podrán construir 300 viviendas. A cambio, el Ayuntamiento, además del parque y del edificio, recibirá dos parcelas para edificar 200 viviendas. En el edificio cedido, entre otras cosas, el edil de Arganzuela, Clemente Torres, del PP, quiere instalar una guardería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de noviembre de 1997