En su huida, los inmigrantes creyeron encontrar un cobijo seguro en la antigua fábrica de Boetticher y Navarro (Villaverde), pero, nuevamente, el 7 de noviembre pasado el fuego y el Ayuntamiento les desalojaron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de noviembre de 1997