Vidal-Beneyto (si, como señalaba su periódico, es copromotor de las jornadas Disidencia y Cultura) incurre en el mismo fraude que denuncia: el sepultamiento de la memoria colectiva. En efecto, los organizadores han olvidado que las mujeres también fuimos disidentes, y luchadoras activas contra el franquismo. Y así, según el programa que figura en la revista Minerva, del Círculo de Bellas Artes, participan en las conferencias 54 hombres y 2 mujeres. Esta exagerada y férrea política de cuotas (¿o sólo se puede aplicar la palabra cuando las mujeres reclaman un 20% y no cuando los hombres imponen un amplísimo 0%?) se repite en toda la programación del Círculo para noviembre. Véase En torno a Bataille (once hombres y una mujer) o Jornadas sobre la generación del 98 (trece y una).Ya sé que, como dice la canción, "soy mujer y sé querer" (y ello se nos supone a todas las mujeres por igual), pero me parece excesiva la pretensión de reducirnos al papel de clac entusiasta de sus disidencias y de sus emotivos recuerdos. Claro que más tonta soy yo, que sigo siendo socia del Círculo-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de noviembre de 1997