En Luxemburgo, España se autoexcluyó ante la Unión Europea del principal acuerdo: dar formación y oportunidades de empleo a los jóvenes parados menores de 25 años y a todos los que lleven más de un año sin trabajo, con el argumento de que, ello implicaría un coste no asumible por España. Ayer empeñó el cumplimiento de esos objetivos a la elaboración de un Plan Nacional de Empleo, que quiere negociar con los agentes sociales para la próxima primavera. La postura del Gobierno se encontró con la oposición del PSOE y fuertes críticas de IU y el PNV. Sólo CiU y Coalición Canaria apoyaron al Ejecutivo. El socialista Joaquín Almunia parafraseó a Aznar al decir que ha "convertido a España en el último bastión de la derecha europea" y denunció la "dramática soledad" del Gobierno en la UE.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de noviembre de 1997