La Casa Blanca ha decidido la presencia del vicepresidente Al Gore en la Cumbre de Kioto como señal para los escépticos en Estados Unidos y en el extranjero de que el Gobierno de Clinton se encuentra verdaderamente comprometido en la búsqueda de una solución, ha señalado el presidente, después de meses de resistirse públicamente a mandar a tan alto cargo a la cumbre, de nivel ministerial.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 1997