Como muestra evidente de que en todas partes cuecen habas, este experimentado cuarteto son naturales de Newcastle y sin embargo, abominan de la fórmula brit-pop, poniendo sus ojos y oídos en el power punk, que llega del otro lado del océano. El asunto tiene su truco, porque China Drum beben de las descargas de Green Day, pero debajo se adivina un poso deudor de los Jam, aunque al oyente profano le puedan sonar como Oasis.Capitaneados por un electrizante solista, Adam Lee, y con el concurso de los hermanos McQueen al bajo y la guitarra -más el ex batería de otra banda under: Compulsion-, el grupo ofreció una magistral actuación pletórica de fuerza, velocidad, estilo y actitud juvenil. Presentaban en España las canciones de su segundo disco, Self made maniac, y lo cierto es que encontraron en el público español una sólida masa de fans que se saben ya a la perfección piezas como 60 seconds, Can't stop o Meaning. También hubo tiempo para masacrar, a miles de revoluciones más, el Wuthering heights de la hermana de Mike Oldfleld. Un grupo, en definitiva, que asegura diversión.
China Drum
Adam Lee (voz), Bill McQueen (guitarra), Dave McQueen (bajo) y Jan S. (batería). Sala Moby Dick. Madrid, jueves 18 de diciembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de diciembre de 1997